El uso de datos puede reducir potencialmente el fraude en las aseguradoras

Los fraudes siempre serán un riesgo al que las aseguradoras tienen que enfrentarse, de hecho, este delito no ha parado de crecer en los últimos años y ha sabido evolucionar a la par de la tecnología. Aún así, las aseguradoras han  hecho lo posible para evitarlos y han mejorado constantemente sus mecanismos de detección de fraudes.

 

Los datos verificados son muy importantes para evaluar siniestros, reclamaciones y solicitudes de seguros, de hecho, verificar es indispensable para combatir los fraudes, debido a que mejoran la gestión de riesgos haciéndola más efectiva al momento de la suscripción y de la identificación de declaraciones sospechosas.

Al solicitar un seguro, el fraude puede darse manipulando datos para conseguir cotizaciones más baratas y ocultando información importante. Algunas veces se da con intención y otras sin ella, pero la consecuencia es que se invalida la cobertura en caso de accidente.

 

Una excelente herramienta para que el mercado internacional de seguros pueda combatir de mejor forma los fraudes es el uso de bases de datos contributivas con información compartida de las aseguradoras, porque ayuda en la creación de más y mejores controles de validación de identidad a lo largo de toda la relación con los clientes.

 

Hay diversas técnicas para la detección de fraudes de solicitud y la mayoría de ellos se basan en conocimientos derivados de datos procesables. Si las aseguradoras desean impulsar procesos automatizados para validar la identidad de los usuarios, deben poner más atención en las direcciones de correo electrónico, porque puede ser la mejor forma de detectar algo sospechoso y potencialmente fraudulento. Y lo es, porque el correo es indispensable para hacer todo tipo de transacciones online; además, cambiarlo no es algo muy común en la mayoría de las personas, por lo cual el correo puede convertirse  en el impulso digital que el sector necesita para validar o no la identificación de una persona.

 

Enfocarse en mejorar la detección de fraudes por medio del correo electrónico evita que las aseguradoras suscriban negocios fraudulentos y protejan usuarios con identidades comprometidas, lo cual facilitará la suscripción y enriquecerá la experiencia del cliente.

 

Fuente: future.inese.es