Para atender correctamente a los asegurados, es necesaria la participación de diversos actores (intermediarios, promotores, ejecutivos) para que toda la cadena valor del seguro tenga la posibilidad de ofrecer un servicio de calidad. Lo más importante para una aseguradora debe ser una excelente atención y servicio al cliente, así como estar al pendiente de todos sus usuarios y tener la preparación suficiente para resolver todas sus necesidades.

Cuando ocurre un siniestro, es el momento en el que las aseguradoras deben cumplir con su compromiso y demostrar su músculo para proteger la vida, el futuro y el patrimonio de sus asegurados. Para que las compañías cumplan con sus obligaciones correctamente, es necesario que exista coordinación y comunicación entre agentes, promotores, ejecutivos y aseguradoras, porque de esta cadena de valor depende la confianza de los clientes. La coordinación debe ser lo suficientemente clara y concisa para que todas las partes estén en el mismo canal. El agente y el promotor son quienes tienen el primer contacto con los beneficiarios de una póliza y quienes deben responder oportunamente a un siniestro. Los operativos tienen el deber de reunir la documentación y los elementos que se necesitan para cumplir con el pago correspondiente. Las aseguradoras tienen que evaluar constantemente los elementos que enriquecen la cadena para así demostrar con hechos sus ventajas competitivas y la calidad de sus servicios.

Las áreas comerciales de las aseguradoras deben tener una estrategia de comunicación bien desarrollada, rápida y eficiente con los agentes, para tener claras las necesidades de los asegurados. No hay que olvidar que el intermediario es la figura que se encuentra más cerca de los clientes y el único que tiene la posibilidad de identificar correctamente sus requerimientos y expectativas. Además, el hecho de que los agentes cuenten con toda la información de los usuarios, los obliga a comunicar todo lo necesario al área comercial de la aseguradora para ofrecer soluciones adecuadas a las demandas de los clientes, porque es la única manera de que la oferta de valor se vuelva tangible y así los usuarios tengan la seguridad de que son valorados y de que sus demandas son escuchadas.

Las aseguradoras siempre deben anticiparse a las búsquedas de los consumidores para desarrollar ofertas cada vez más atractivas y no hay otra forma de lograrlo que desarrollando estrategias que favorezcan el aprovechamiento de nichos de mercado no explorados, la creación de nuevas necesidades y la adaptación de las compañías a la nueva realidad.

 

Fuente: revistasiniestro.com.mx