Desde hace algunos años, la tendencia de los clientes de seguros mostraba una amplia demanda por procesos rápidos, claros y sencillos. Con la llegada de la pandemia por el COVID-19, las preferencias de los prospectos han aumentado la necesidad de las aseguradoras por generar pólizas sencillas, que agilicen los trámites y procesos de suscripción y reclamaciones.  

 

En los últimos meses las pautas de consumo, demanda y selección de productos y servicios se han mantenido en una constante revolución, respondiendo a la situación económica, política y de salud que se vive en México y el mundo; es por ello que desde la parte jurídica del sector asegurador, surge el interés y la inquietud por contemplar el contexto social para la creación de contratos y marcos jurídicos actualizados, que respondan a las necesidades y demandas actuales del mercado. 

 

El primer paso es entender la realidad actual y saber cómo piensan los clientes y qué es lo que los lleva a tomar una decisión, para que los profesionales de la industria de seguros tengan mayores alternativas para generar un pensamiento más digital que les permita crear estrategias y servicios orientados a la satisfacción total de su cartera de clientes. 

 

Los estragos que trajo consigo la pandemia, han dejado ver las áreas de oportunidad que tiene la industria de seguros, es por ello que en el sector ha crecido la preocupación por generar nuevos protocolos, que permitan dar solución a las lagunas e imprecisiones legales que puedan llegar a afectar los intereses de los consumidores y la transparencia de las aseguradoras. Es necesario que los especialistas analicen todos los riesgos posibles que se puedan derivar de la contingencia actual, a fin de estar preparados para brindar soluciones y ser resilientes es la pieza clave.  

 

Los agentes de seguros deben tener claro que la certeza y claridad al momento de contratar un seguro, son factores muy relevantes para los clientes, es por ello que el vínculo entre instituciones, agentes y consumidores debe mantenerse en comunicación constante para disipar cualquier duda y lograr que los términos y condiciones de las pólizas, sean lo más claros posibles para todas las partes involucradas. 

 

Por lo anterior, los nuevos procesos digitales, a los que muchas aseguradoras han comenzado a migrar, deben ser de fácil operación y entendimiento en materia de información legal. Las aseguradoras tienen la responsabilidad de transmitir los datos de manera precisa, pues de ello depende la satisfacción, el beneficio y la garantía de sus clientes. 

 

Fuente: elasegurador.com.mx