Cuando se crearon los Seguros Educacionales, no eran más que una cobertura más del Seguro de Vida, pero posteriormente se convirtieron en una póliza independiente, que fue construida a partir de diversas diferentes coberturas que formaban parte del ramo Vida. Su rol primigenio fue para que los niños en estado de orfandad no se quedarán sin estudios y en su origen no existía algún tipo de figura técnica que lo distinguiera de los demás tipos de aseguramiento, además formaba parte del discurso de ventas de los agentes para convencer a sus prospectos de asegurarse. En ese momento lo recomendable era realizar un fideicomiso que sirviera para el pago de colegiaturas y después las aseguradoras podrían tener la opción de manejarlos. Con el tiempo se le fueron agregando mayor número de coberturas y así fue como se le empezó a conocer como Seguro  Educacional.

Las políticas públicas son un factor de suma importancia en este tipo de seguro, cuya ejecución más común fue a través de programas oficiales de becas para los estudiantes de todos los niveles. Sin duda, esta política le quita un gran peso a los padres de familia, porque sus hijos son educados sin costo alguno y además, esto puede significar un importante ingreso adicional. Lo anterior se da en el caso de la educación básica, pero en el caso de educación media y media superior, los pobres son los que pueden gozar de la beca, aunque el caso es distinto para aquellos con posibilidades de pagar una escuela privada. 

Es claro que la política pública de la educación tiene muchos problemas a la hora de su ejecución y todavía queda mucho por hacer en materia de seguro educacional.

*Con información de elasegurador.com.mx