Empezando con los seguros

Si nunca has contratado un seguro, puede ser que tengas muchas dudas respecto a lo que son y para qué sirven.

Un seguro es una inversión a futuro. Tu le pagas cierta cantidad a una aseguradora que se va a encargar de garantizar o indemnizar a un objeto, un bien, una persona, u otras cosas según lo que se especifique en el contrato. Así, tu pagas una cantidad por una prestación o indemnización futura en caso de que se presente una situación adversa. Por ejemplo, si tu aseguras hoy tu casa, estás pagando una cantidad constantemente para que, si llega a tener algún daño (por incendio, robo, inundaciones, etcétera), tu aseguradora cubrirá esos daños y tú no tendrás que pagar el total de lo que tendrías que cubrir en caso de no estar asegurado.

Es una gran ventaja que tú te puedes asegurar como necesitas y pagas lo justo. Por ejemplo, si vives en el desierto, tu cobertura a un inmueble no tendría por qué cubrir daños por inundaciones, pero tal vez sí incluiría otro tipo de riesgos. Pagas por lo que necesitas y por lo que quieres. Puedes asegurar un montón de cosas: tu casa, tu auto, tus muebles, tu persona, tus mascotas, tu negocio, tus aparatos electrónicos, etcétera.

Te podemos decir tres grandes momentos en tu vida en los que deberías aprovechar a los seguros como herramientas para impulsar tu crecimiento ideal.

En primer lugar, es justo el momento en el que empiezas a generar ingresos. Cuando te vuelves profesional, es buena idea contratar algún tipo de seguro para protegerte a futuro. Por ejemplo, puedes contratar un seguro de desempleo que te respalde en caso de que pierdas algún trabajo, o incluso puedes contratar un seguro de vida para empezar a ahorrar a futuro, cuando se te puede regresar ese dinero y lo puedas usar para comprar algún bien o incluso seguir ahorrando para tu retiro. Esta es una forma muy inteligente de hacer trabajar tu dinero para tu propio bienestar.

Cuando te compras un vehículo, llámese automóvil, bicicleta, motocicleta, etcétera, es muy importante que lo asegures. En este país es obligatorio que los dueños de un automóvil cuenten con un seguro de daños a terceros. No sabes cuándo te pueden robar tu auto, o alguna parte de él, cuándo puedes verte envuelto en un accidente, o cuándo puedas incluso atropellar a alguien. Los vehículos son grandes herramientas, pero también te exponen a una serie de riesgos ante los cuales deberías estar protegido. Si optas por un vehículo como la bicicleta o la motocicleta, considera también un seguro contra daños a tu persona, pues estás más expuesto que alguien que tiene un automóvil.

Otro momento ideal para contratar un seguro es cuando te independizas de tus padres. En esta época, la edad de emancipación oscila entre los 28 y 30 años (y a veces incluso más), y cuando uno sale de su hogar tiene que empezar a hacerse cargo de sus propias finanzas. Es natural que una vez que sales, no quieras regresar a casa, y en caso de un imprevisto puedes recurrir a la seguridad de un seguro antes de pedirle ayuda a tus padres. Piensa también que tienes que empezar a proteger todos tus bienes, pues has trabajado muy duro por ellos. En este caso, es importante que consideres un seguro a tu inmueble, en caso de que hayas comprado uno, para protegerlo como te explicamos arriba. Si no compras un bien y más bien rentas, puedes proteger todos tus muebles y electrodomésticos. Pero siempre asegura tus cosas de lo más importante a lo menos importante para tí. Imagina, por ejemplo que trabajas desde tu casa como diseñador. Un día se descompone tu computadora y adiós a tu herramienta de trabajo. Imagina que ese día coincide con fin de quincena y tu no tienes un peso encima pero tienes que trabajar. Si aseguras tu computadora no tienes que preocuparte de nada, tu aseguradora te apoya para que en el plazo más corto posible ya tengas nuevamente tu herramienta de trabajo funcional y puedas seguir con tus compromisos laborales. Aprovecha los seguros para tu bienestar y planifica muy bien qué tipo de protección necesitas.

Estos son ejemplos de las cosas que puedes asegurar, y de tres momentos clave para empezar a aprovechar las ventajas de los seguros. Dejamos esta entrada en un nivel muy personal, pero cuando hablamos de seguros para empresas también hay mucho de dónde apoyarte. Pero eso lo dejaremos para otra entrada.

Mientras esperamos que te queda un poco más clara la importancia de los seguros, qué son y cómo puedes sacarles ventaja. Si ya te decidiste a contratar uno, comunícate con nosotros y ten la Certeza de que te protegeremos justo como te lo mereces.