La temporada de lluvias trae consigo accidentes y siniestros de todo tipo para los automovilistas. El suelo mojado y la poca visibilidad de los conductores son los principales factores de riesgo mientras estás al volante, porque causan innumerables accidentes de tránsito, sobre todo en las grandes ciudades del país

 

Cada año hay cientos de miles de percances automovilísticos en nuestro país, lamentablemente muchos de ellos acaban con la vida de los tripulantes y otros tantos dejan personas heridas con distintos niveles de gravedad. Por ello es importante estar preparados, contar con el respaldo de un Seguro de Auto y seguir ciertas recomendaciones para reducir al máximo las posibilidades de que suceda un accidente.

 

La recomendación más importante, como ya lo mencionamos, es adquirir un seguro para que tengas el respaldo financiero necesario ante daños provocados por inundaciones, tormentas, huracanes y cualquier otro fenómeno natural. Adquiere las coberturas adecuadas de acuerdo a las zonas que transites y maneja seguro.

 

El mantenimiento constante de tu vehículo es indispensable y debes hacerlo periódicamente dependiendo del uso que le des. Siempre que vayas a salir echa un vistazo rápido para que confirmes que todo esté bien, sobre todo si vas de viaje o vas a recorrer grandes distancias. Sé prudente y por ningún motivo manejes a exceso de velocidad, porque si es peligroso hacerlo con el pavimento seco, lo es aún más con el pavimento mojado y en medio de una lluvia. También recuerda que si conduces en zonas con alto riesgo de derrapamiento, debes hacerlo muy despacio, sobre todo si traes mucho peso.

 

Jamás frenes de repente, siempre mantén la distancia apropiada, evita distracciones, concéntrate y toma el volante con firmeza. Para que no pierdas visibilidad en ningún momento y puedas maniobrar sin problemas, compra unos buenos parabrisas, prende el aire acondicionado y limpia constantemente los vidrios. El tema de los neumáticos es por demás importante para manejar seguro, si están muy desgastados cámbialos, mantenlos con la presión correcta y dales los cuidados necesarios.

Por último, limpia tu coche, ventílalo siempre y evita tanto lugares peligrosos como de riesgo. Jamás estaciones tu auto bajo árboles u objetos que pudieran desprenderse o caer.

 

Fuente: El Asegurador