Los principales directivos de las aseguradoras mundiales consideran que habrá un cambio en todo el sector asegurador, porque este año han tenido que adaptarse a los nuevos retos que ha traído consigo la pandemia y tuvieron que entrar en un territorio nunca antes explorado. Tras la crisis mundial, las aseguradoras han detectado sus principales prioridades: sostenibilidad, resiliencia de la cartera, modificar el modelo de negocio y transformación tecnológica.

Las tendencias actuales han traído consecuencias en lo que a predisposición de riesgo y asignación de activos se refiere, debido a que la mayoría de las aseguradoras muestran preocupación por la rentabilidad negativa de sus carteras, así como por los posibles desembolsos motivados por el COVID-19. También muchas compañías están buscando aumentar su exposición al riesgo durante los próximos dos años y ven en las inversiones alternativas y las rentas variables sus activos favoritos.

Prácticamente el 70% de las aseguradoras tiene en sus planes darle mayor prioridad a la tecnología, porque saben que llevará al sector a una transformación radical, principalmente porque va a cambiar (o ya lo hizo) la manera de evaluar riesgos, la forma de optimizar las rentabilidades de las inversiones, la distribución de productos y la forma de gestionar las empresas con el trabajo desde casa. Cabe destacar que el sector ha operado en remoto con gran éxito.

La crisis ha llevado al sector a una disrupción, en la que la sostenibilidad, la tecnología y el entorno de tipos de interés serán sus principales catalizadores. Todas las aseguradoras tienen el compromiso de mejorar la posición de sus negocios y carteras con una mayor rapidez de la que se había previsto, lo cual generará oportunidades para acercarse más a los clientes y para integrar de forma más contundente la sostenibilidad en todo su enfoque de inversión. En el futuro inmediato las compañías deben buscar la reposición de las carteras de clientes, poner énfasis en los activos de calidad e incrementar la flexibilidad de su cartera a través de un buen gobierno corporativo.

Gracias a que la pandemia ha incrementado la presión sobre el sector en su ya iniciado proceso de cambio, la realidad le exigirá rediseñar sus modelos de negocio y realizar inversiones para generar beneficios, por lo cual las aseguradoras deben agregar a su oferta productos má flexibles y personalizados que tomen en cuenta una interacción más estrecha con todos sus clientes.

 

Fuente: futurelatam.inese.es