Los cambios en los hábitos de los usuarios, la pandemia, la aparición de riesgos que no existían y una economía debilitada obligan a las aseguradoras a modificar y evolucionar en materia de distribución. La omnicanalidad es el camino más idóneo para responder adecuadamente a las necesidades de aseguramiento de la sociedad actual.
El sector asegurador ha mostrado un gran nivel de resiliencia financiera a pesar de las adversidades y de que algunos riesgos actuales no se han resuelto adecuadamente. Por esa razón, innovación, tecnología, creación de nuevos productos y omnicanalidad son los elementos indispensables para mejorar en todos los sentidos.
El mundo está cambiando aceleradamente y seguirán apareciendo nuevos riesgos y amenazas para los que el sector debe estar debidamente preparado. Ejemplo de ello es que en los seguros de Vida y Daños el big data, la ciberseguridad y la automatización están tomando un papel de gran relevancia. El panorama de riesgos actual obliga a las aseguradoras a diseñar productos innovadores que ayuden a mitigar los riesgos, porque solo las compañías disruptivas y dispuestas a innovar tienen su futuro asegurado.
La digitalización ha obligado a la industria a cambiar sus modelos de negocio y operación, por lo que la implementación de ecosistemas de productos y servicios establecerá el nuevo paradigma, confirmando a los insurtech como actores esenciales para mejorar la cadena de valor del seguro. De hecho, muchas de las aseguradoras más importantes del mundo han buscado aliarse con competidores emergentes y digitales. Las instituciones han decidido realizar grandes inversiones al sector insurtech, porque saben que cuenta con capital humano con una gran capacidad de innovación y su aporte será crucial para el futuro.
Fuente: El Asegurador